Agradecimiento


Gracias Dios mío por todo lo que me has dado. Gracias Regiomontanos, por haberme permitido realizar con ustedes tantas cosas y trascender en mi vida social y cultural, sobre todo con este monumento, dedicado a la amistad, entre México e Italia, gigante y eterno, de memoria centenaria.

Tengo la esperanza que el efecto de unidad, que producirá la erección de este símbolo monumental, será debidamente aquilatado por futuras generaciones, tantas las inmigrantes como las que están enraizadas en esta comunidad.

Sólo en este sentimiento humanista de fraternidad en la unidad, fincamos nuestros esfuerzos, sueños y esperanzas, para lograr una solidez permanente en la historia de nuestra sociedad, mensaje que irradiará permanentemente desde la esfera de la esperanza que significa el monumento.

Salvatore Sabella